Existe esa cosa sobre el arte donde para que te resulte emocionante, tienes que reinventarte cada vez. Tienes que seguir empujando. Hacerlo como un principiante. Toma una pared blanca y coloréala. Cada cosa nueva que hagas debe sentirse como una declaración, la mejor versión nueva de ti mismo. ¡¡¡Baila la realeza punk!!! conocen bien el sentimiento: han estado lanzando música urgente, obliterante y jodida durante 25 años. La música, pues!!!, tiene que ser un lugar donde todo pueda pasar. Para citar al líder Nic Offer: “Siempre hemos estado empujando hacia algo más extraño y raro. Teníamos que seguir empujando”.
El noveno disco de la banda, Let it Be Blue, lleva ese sentimiento de transformación constante y radical a zonas nuevas e inexploradas. Es un disco de escasa música dance. El tipo de cosas que quieres poner en alto, soltarte, ir al bar a tomar una copa solo para abandonar tus planes porque la canción que acaba de sonar era demasiado buena para no bailarla.