Los artistas Chelo Rodríguez y Tino Canicoba inaugurarán mañana jueves a las 20.00 h en el Centro Social de la Fundación Novacaixagalicia la exposición «Reflexións» que permanecerá abierta en la Sala I de este espacio hasta el próximo 7 de diciembre. La muestra, que está formada por 46 esculturas y óleos, podrá visitarse de lunes a sábado en horario de 17.30 h a 20.30 h.
Chelo Rodríguez, pintora nacida en O Porriño, presenta en esta muestra un total de 28 óleos en los que, en palabras del artista Alfonso Costa “Aprehende del mundo real de las imágenes, las vivencias, para así proyectarlas en su interior creando un mundo exquisito, pleno de cromatismos: el juego de la razón, el tablero de ajedrez diseñado como un campo de batalla (…) Nos invita a reflexionar sobre la necesidad de divertirnos, admitiendo que todo juego tiene algo de azar y mucho de precisión de la mente”. La artista, que ha mostrado su producción en salas de arte de toda Galicia, en otras ciudades españolas como Madrid y Barcelona, en París o en las localidades portuguesas de MonÇao y ValenÇa do Minho, es para el escritor José C. Espinosa “una artista con una enorme vocación (…) Hay en toda su obra una pincelada firme y monumental, con diversas texturas que se funden en el óleo, en perfecta armonía con la osadía del color y una impecable técnica”.
La propuesta de Tino Canicoba en esta exposición se centra en 18 esculturas de gran, mediano y pequeño formato en madera de castaño, piedra y bronce. Con «Reflexións», el artista quiere hablar de impresiones y estados de ánimo “porque lo que yo busco a lo largo de toda mi obra es encontrar la esencia del ser humano y sacarla a la superficie prescindiendo de la envoltura física. Ahora, tras varios años sin exponer necesito conocer la reacción que provoca mi obra”.
Las obras de arte de este escultor compostelano, asentado en la ciudad de Vigo desde hace años, simbolizan para M. Sío Dopeso “una amplia gama de emociones, desde la resignación a la desesperación, pasando por la extravagancia. Tanto en bronce, como en piedra o madera, su intención nunca es anecdótica”. Sobre él añade Xosé Luís Méndez Ferrín “Noto a presencia dun escultor con varias vocacións; unha delas a de constructor de releves, non demasiado valorados no noso século (…) Aprecio un escultor que ten presente a color, que nel non é policromía como fora no Románico (…) E maiormente, o noso escultor é un mestre das formas ceibes, un adicto do dispararse na liberdade aformal”.