En 1935 se estrena en Madrid la ópera prima del director orensano Antonio Román, una película de veinte minutos realizada a la manera de las vanguardias socialistas que retrata la dureza del trabajo en el campo y el drama de la emigración siguiendo la música del compositor Teódulo R. Páramos. Esta película se perdió tras la guerra y actualmente el material localizado son las cartas, el guión, entrevistas en revistas de la época, dos fotogramas y el manuscrito de la partitura original, celosamente conservado por la familia del compositor.
Canto de emigración es una obra de reconstrucción dirigida por el cineasta Pepe Coira en la que se busca llegar a la imagen a través de los vestigios existentes, utilizando la partitura como fuente principal. Un proceso generado a la inversa de las recreaciones habituales.
El concierto girará en torno a esta pieza única, poniéndola en relación con la música de los cafés, cines y teatros de la ciudad, en la que Páramos participó activamente. Obras compuestas principalmente para sexteto y formaciones variables en función de las necesidades y exigencias específicas, que combinaban el carácter internacional de las modas del momento con la reivindicación del gallego para vestir los acontecimientos sociales del momento.