No es por frivolizar, o sí, ¡pero tanta crisis y tanto drama y tanto personaje por ahí suelto ya me tienen hasta el curuto!
Así que un poco de cabaré marica no nos va a venir mal.
Transformismo, travestismo, algún número musical, ironía, alguna confesión y mucha pluma autóctona, nada de pavo real, pluma de pita del monte.