Últimamente los pinos de Samil están rodeados de una especie de cinta aislante. Esto no es ni más ni menos que una lucha contra una plaga que se dió abundantemente el año pasado y que fue visible recién entrada la primavera.
La procesionaria, la oruga que desfila.
Os estoy hablando de la procesionaria, una oruga, que es llamada así por ir en procesión, una detrás de la otra, bien juntitas. Estas orugas son habituales en las zonas de pinares y el problema mayúsculo viene porque producen una brutal alergia en caso de contacto.
Peligroso para los niños que pueden tentar llevársela a la boca, y también, y sobre todo para las mascotas. Los perros suelen ir olisqueando por el suelo y les llaman poderosamente la atención el ver a las orugas en fila india. El contacto de la lengua del perro con la oruga produce una reacción alérgica, la reacción es tal que el animal incluso puede perder la lengua.
Y hasta aquí la clase de Biología de hoy. Agradezco que me corrijan si me pasé de listo. El tema animal es otro de los tantos que no domino.