Una mujer toma la palabra y se proclama doña de su libertad. Manifiesta, desafiante, no someterse a las reglas del arte ni acatar mandatos de sus iguales.
Declara su amor por la literatura, la poesía y la lengua de su país; su respeto y admiración por las esclavizadas mujeres de su pueblo, y expresa su solidaridad y su dolor por las miserables condiciones de vida que aquellas tienen que soportar.
Denuncia el expolio del patrimonio forestal, la tragedia de la emigración a la que se ven obligados cientos de miles de compatriotas para poder sobrevivir, ellos y sus familias, al hambre y a la miseria. Y clama contra lo silencio que todo lo envuelve.
Mujer. Hija de madre soltera. Y de padre cura. Escritora. Gallega de pensamiento libre. Se llama María Rosalía Rita de Castro.