Los volcanes son uno de los fenómenos más brutales de la naturaleza. Responsables de destrozos irreversibles y de vidas golpeadas para siempre. La erupción en Cumbre Vieja (La Palma) nos recuerda este carácter inclemente y devastador, pero también la fuerza determinante del ser humano para sobreponerse a la tragedia y abrir nuevos escenarios de vida; el volcán como ejemplo y metáfora de la resiliencia de una sociedad que, al igual que la propia naturaleza, se sobrepone y se reconstruye una y otra vez tras la adversidad más feroz.
Esta exposición pretende narrar en primera persona cómo se ha vivido este fenómeno desde la isla de La Palma para que, desde el conocimiento, nos sintamos más próximos a la comunidad palmera, nuestro apoyo a la isla sea más cercano, seamos capaces de aprender de sus recursos emocionales y así nos reforcemos como una sociedad más humana, empática y solidaria.