El Faro de A Guía, también conocido como Faro de la Punta, se sitúa en un entorno natural desde el cual se pueden descubrir impresionantes panorámicas de la ciudad olívica, de su ría, del Puente Rande y en días despejados de las islas Cíes y de la costa del Morrazo. El Faro del monte de A Guía fue unos de los primeros faros construidos en Galicia.
El Faro de A Guía es el segundo Faro más antiguo de Galicia.
El Faro de A Guía se sitúa entre la denominada Punta do Areiño y el principio de la Senda Litoral del Monte da Guía, en el barrio de Teis. El entorno al Faro de A Guía de Vigo fue rehabilitado en el año 2010, y ahora tiene un bonito paseo marítimo (Travesía de Espiñeiro) de unos 700 metros bastante transitado por paseantes, familias, ciclistas y deportistas. A pocos minutos del faro nos podemos encontrar con el campo de fútbol da Guía, unas pequeñas y solitarias calas, pequeñas playas como A Lagoa o la de A Punta, y un paseo a través de una senda botánica donde destacan pinos y robles. Como curiosidad también podremos conocer un pequeño islote rocoso con un nombre de lo más peculiar, la Illa Cabrón.
Fotos de Anibal Lace.
La localización donde se construyó el actual faro fue desde siempre un enclave estratégico para la vigilancia de la costa y la defensa contra los invasores y piratas que asolaron durante siglos nuestra geografía. Así lo confirman los restos arqueológicos encontrados tanto en los años 50 cuando se iniciaron las excavaciones de la edificación de la Ermita de Nosa Señora da Guía que actualmente reposa sobre una antigua y desconocida construcción fortificada del siglo XVI como los distintos castros de la zona.
En 1842, los comerciantes vigueses, a través del cónsul inglés, consiguen presionar para que se encienda una luz en el fondo de la Ría de Vigo que oriente a los buques mercantes en la enfilación desde las islas Cíes. Se elige un emplazamiento que, además, sirva como guía a los barcos que recalan en el recién fundado Lazareto de San Simón, cuya implantación en Vigo trajo al puerto un aumento significativo de la navegación. El faro entra en funcionamiento en 1844 y permanece así hasta que, en 1914, se construye el faro actual en sustitución del primigenio, lo cual supuso una enorme mejora en la calidad del servicio.
Fotos de Anibal Lace.
El faro de A Guía se encendió en abril de 1844 y sirvió de iluminación para el puerto y como guía para los buques que desembarcaban tripulantes o pasajeros con graves infecciones en el lazareto de la isla de San Simón, al fondo de la ría. El faro actual, una torre cilíndrica revestida de azulejos blancos y con tres ventanas rectangulares, no es el original, sino que se levantó junto a la primera torre a principios del siglo XX. Tuvo también una caseta de servicio adosada, pero ésta desapareció con el tiempo. Ahora, tras la construcción de un paseo marítimo a su lado, el faro se encuentra protegido por una valla, lo que lo salva de los ataques vandálicos.