Pintar es crear: dar color, decorar y transitar una busca del equilibrio en mi paleta de colores. Es también luchar por conseguir un espacio más harmonioso y romper con las desigualdades.
Como artista me gusta representar la mujer, pero siempre lejos de los estereotipos a los que nos tiene acostumbrados la historia del arte, donde se representaba idealizándoa, obxectualizándoa, ensalzando su físico y relegándola a roles particulares secundarios.
Yo quiero reflejarla tal y como la veo: fuerte, poderosa, inteligente, resolutiva e igual de capaz, ni menos ni más, que ningún hombre. Me inspiro en la mujer gallega, esa mujer del mar y del campo que sacó adelante la familia sin ver reconocido su labor profesional y su papel esencial en la unidad familiar.
Con esta exposición quiero reivindicar el papel de la mujer gallega, al otro lado de la mujer en el mundo, e involucrarme, un poco más, en la lucha que también los hombres debemos llevar a cabo a su lado, para mentalizar la sociedad de que un mundo en igualdad será un mundo más justo para todas y todos. Le agradezco, así, a la Diputación de Pontevedra, a través de mi trabajo artístico, la posibilidad de llenar esta sala de color, en un cuanto a la justicia y a la igualdad de oportunidades.