Para Teresa Moro, ?efecto reliquia? es aquella emoción que se despierta en ella cuando cree encontrarse ante un objeto (una paleta, un tajo, la cama…), que pudiera pertenecer o ser utilizado por un artista, actual o pasado, a quién ella admira.
Durante la época clásica en los santuarios se guardaban artículos venerables asociados con el héroe, incluidos ropas y muebles. En principio, los antiguos griegos no atribuían la aquellos restos propiedades milagrosas, sino que su presencia tenía para ellos una misión protectora. Es esta segunda función a que interesa a la artista, quien apoyada en su pasión por rastrear, cosechar y archivar, hace ya varios años que comenzó una personal campaña de rescate de reliquias, como estrategia defensiva frente a las amenazas que sentía que asediaban el creador contemporáneo.
Este proyecto pretende mostrar parte del botín de ejemplares encontrados por Moro tras peregrinaciones reales o virtuales, que ella va clasificando en un particular archivo gráfico.
Archivo que traslada a la pared del estudio, lo cual poco a poco adquiere el aspecto de un altar votivo. El espacio de trabajo se transformó en un lugar dedicado a rendir culto a los ídolos. Taller de artista-coleccionista convertido en cámara donde se custodian esos objetos anteriormente usados por otros. Suelen ser cosas comunes, a las que la relación diaria con sus dueños convirtió en únicas. Y que por ese estatus de singularidad son incorporados al tesoro de reliquias.