Que el cantautor español Joaquín Sabina no pasa desapercibido desde el lanzamiento de su ya mítico “Inventario”, hace 17 años, no es un secreto para nadie. Genera amores, desmesuras y minimizaciones pero cuenta con una falange que día a día ensancha la base de su leyenda y fogonea el fanatismo.
Es un fenómeno. Y como tal tiene sus escuderos. En el sur del país no hay otros como los muchachos de Los Conductores Suicidas, porque desde hace cinco años se mantienen fieles a ultranza en el desarrollo del repertorio sabinero pero impactando en los temas con una impronta única. Hasta el propio nombre del grupo surgió de un título del maestro.